Un paisaje sonoro consiste en eventos escuchados y no en objetos vistos. 

R. Murray Schafer 

Los paisajes sonoros cuentan los lugares, los territorios y las interacciones de los sujetos con ellos. Esta publicación está llena de universos sonoros que han permanecido y les han dado caminos a las personas para interactuar con ellos. 

En el sonido como paisaje se constituye la palabra humana como prolongación de la vida y de la naturaleza. Es propicio que la lengua materna de los pueblos suela ser onomatopéyica, pues recoge la sonoridad de la vida en el cosmos y la hace nombrable en las maneras de ser y actuar de los pueblos. Al acoger en su corazón los sonidos de los animales y de sus saberes, estas lenguas les permiten a sus hablantes aprender a vivir en un ambiente sonoro y un medio ambiente específico.  

Bienvenidos al sonido y a la escucha de los paisajes sonoros, que son la vibración de la fuerza de la vida.