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Sobre esta publicación

Presentación

De agua, viento y verdor

Paisajes sonoros, cantos y relatos indígenas para niños y niñas

De agua, viento y verdor es este país: agua de los ríos y lagunas, viento que atraviesa el paisaje como lo hacen las voces de los hermanos o los padres de los niños y las niñas cuando les contamos los antiguos relatos de nuestros ancestros o cuando la voz de las mamás es canto que arrulla y apacigua; verdor que delata la fertilidad de la tierra, madre generosa a la que honran la mayoría de los pueblos cuyas palabras se han reunido en este libro: Kamëntša, Korebajʉ, Embera Chamí, Sáliba, Kokama, Yagua, Awá, Ette Ennaka, Wiwa, Totoroez, Sikuani, Jiw y Nʉkak.


En esta publicación visibilizamos sus lenguas, todas en riesgo de perderse, con el deseo de aportar a su revitalización desde los espacios a los que llega Fiesta de la Lectura y que son privilegiados para transmitirlas a las nuevas generaciones: en la primera infancia con los primeros cuidados impregnamos a los niños de los ritmos de sus lenguajes nativos, de sus culturas. Por otro lado, estos espacios son importantes para reconocernos y celebrar nuestras diferencias. Esa es otra de las apuestas de esta publicación: despertar la sensibilidad por los sonidos de esas otras lenguas, tender un puente para escuchar lo que dicen y dejar que las palabras de sus cantos y relatos vuelen entre nosotros, por todo el país.


Finalmente, y como en esta publicación celebramos la diversidad cultural y respetamos la equidad de género, a menos que indiquemos lo contrario, cuando hablamos de “niños” estamos refiriéndonos a niños y niñas; también cuando aludimos a los “padres” , apuntamos a las mamás y a los papás, si mencionamos a los “abuelos”, señalamos a los abuelos y las abuelas y cuando nombramos a los “agentes educativos” pensamos en los hombres y mujeres que cuidan y acompañan a los niños.

Presentación

De agua, viento y verdor 2

Los pueblos indígenas Sikuani, en Meta y Guaviare; Nʉkak y Jiw, en este último departamento, y Totoroez, en el Cauca, nos abrieron sus puertas para compartir cantos, arrullos y relatos de tradición oral que muestran sus cosmovisiones, particularmente en los ámbitos de la gestación, la crianza y la primera infancia.

Estos cuatro pueblos indígenas tienen en común que sus lenguas están en riesgo de extinción porque ellos también lo están, debido principalmente al desplazamiento que han sufrido, por causas como la colonización de sus tierras y el conflicto interno. Si bien se han alejado de sus tierras ancestrales y adaptado a nuevos entornos y circunstancias, en la búsqueda de su supervivencia, conservan su forma única de ver el mundo.

Para el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar es muy grato entregar al país este segundo tomo de De agua, viento y verdor, que da continuidad al esfuerzo que se inició con el primer libro, publicado en 2014, y es una evidencia más del compromiso del ICBF con la revitalización de las lenguas indígenas en peligro de extinción, trabajo que hacemos desde la estrategia Fiesta de la Lectura y la política de Estado para el Desarrollo Integral de la Primera Infancia, “De Cero a Siempre”.

En este contexto, también apuntamos a una perspectiva de diversidad en la que se logre promover en los niños y niñas una visión comprensiva y enriquecedora que contribuya con el objetivo de construir una sociedad equitativa, dispuesta para los retos de la paz, de la mano de agentes educativos y en un trabajo permanente con la primera infancia.

Es importante resaltar que el nivel de innovación, calidad y pertinencia de esta publicación en lenguas genera un puente de cooperación muy valioso para el trabajo por el desarrollo de la primera infancia, así como para la apropiación del patrimonio cultural, la construcción de conocimiento, la formación de valores democráticos desde la diversidad y el ejercicio de los derechos culturales de los niños.

Recordemos, a partir del primer tomo, el porqué del nombre De agua, viento y verdor: agua, como sinónimo de vida de los ríos y lagunas, sitios sagrados de nuestros pueblos indígenas. Viento que recorre todos los espacios de la naturaleza y los paisajes desplegados en los cantos y relatos compartidos por las familias. Verdor que pinta de alegría y representa la fertilidad de la tierra, esa madre generosa honrada por todos los pueblos.

Agradecemos a las comunidades indígenas, que generosamente han compartido sus saberes; a los miembros de la Comisión Intersectorial de Primera Infancia-CIPI, que han acompañado este proceso, a los socios privados que han contribuido en esta iniciativa y a todos los que aportaron su esfuerzo para hacerlo realidad.

Notas a esta edición
  1. Ocasionalmente, en los cantos Sikuani aparecen, en medio de los párrafos, tres guiones seguidos (---). Estos indican que no era comprensible lo que decía el hablante en sikuani y, por tanto, no sabemos la traducción. En ese caso se marcó en el texto sikuani y en el texto español.
  2. Los cantos y relatos de los Nʉkak son extensos. En el audio los escucharás completos, tal como se interpretaron. Sin embargo, para esta edición seleccionamos parte de lo que decían los informantes, siempre del comienzo de su canto o relato para reproducir lo más relevante, aquellos textos que nos ubican en el qué cantan o relatan, a quién lo cantan o a quién recuerdan y por qué lo evocan, por qué es importante decirlo. Así,
    • el canto de canto, Mabe‘ Marinin Jeenbuda traducido como "Mi papá siente orgullo al verme" se transcribió y tradujo en un 50 %;
    • el canto de Sandra Jo'nide, traducido como "Yo me veo como el pato real", se transcribió y tradujo en un 85 %;
    • el canto de Mery Jo'nide, traducido como "Canto para los jóvenes", se transcribió y tradujo en un 30 %;
    • el relato de Wembe, traducido como "¡Preste atención!", se transcribió y tradujo en un 80 %.
    Los restantes textos de los Nʉkak se tradujeron completos.
Presentación

De agua, viento y verdor 3

A pesar de su inmenso valor, las lenguas en el mundo siguen desapareciendo a una velocidad alarmante. Se considera que una lengua está en riesgo cuando hay menos de 3000 hablantes.


Frente a este escenario se han impulsado diversas iniciativas. La Asamblea General de Naciones Unidas proclamó el 2019 como el Año Internacional de las Lenguas Indígenas, un llamado de atención a la humanidad. Colombia no se ha quedado atrás, mediante la Ley 1381 de 2010 se reconoce, fomenta y protege el uso, preservación y fortalecimiento de las lenguas de los grupos étnicos.


Pero aún queda un largo trecho en este compromiso, el Estado colombiano, como responsable del respeto y garantía de los derechos culturales de las comunidades étnicas, debe avanzar en la protección, rescate y revitalización de las lenguas indígenas en peligro de desaparecer.


El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), ante el desafío de vivificar las lenguas desde la primera infancia, entrega a los agentes educativos, a las comunidades y a la ciudadanía esta recopilación de sonidos, fotografías, ilustraciones y narraciones de los departamentos de Amazonas, Cesar y Vaupés en las que se reflejan formas de criar, ser, pensar, sentir, hacer y vivir las infancias en nuestro país.


De agua, viento y verdor, en esta tercera versión, hace un recorrido por cantos, arrullos, paisajes sonoros, relatos ancestrales, prácticas de cuidado y crianza de niñas y niños indígenas de las selvas del Vaupés, las montañas de la Sierra Nevada de Santa Marta, en el Cesar, y las orillas del majestuoso río Caquetá, en el Amazonas. Para ello se invitó al reconocimiento del patrimonio sonoro y lingüístico de los pueblos indígenas Kawiyarí, Pinoãmahsã y Kakua del Vaupés; Kogui y Arhuaco del Cesar; y Bora, Yukuna y Karijona del Amazonas.


La apuesta por la diversidad y el enfoque diferencial de la Política «De Cero a Siempre» ha permitido que, de manera intersectorial y con el liderazgo del Ministerio de Cultura y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, 21 comunidades indígenas de los departamentos de Amazonas, Caldas, Caquetá, Casanare, Cauca, Cesar, Guaviare, Magdalena, Meta, Nariño, Putumayo y Vaupés hayan participado en la construcción de este material desde el 2014.


En la producción de esta tercera versión de la audioteca hemos sido testigos de ceremonias que se llevan a cabo como momentos transcendentes en el ciclo de vida de la primera infancia; por ejemplo, la presentación del bebé a los seres de la naturaleza al nacer, reflejo de la estrecha relación que tienen los grupos indígenas con su entorno, y el lugar preponderante que tienen las niñas y los niños en sus comunidades.


Reconocer, respetar y celebrar la diversidad empieza por valorar la riqueza cultural desde la primera infancia como una oportunidad insustituible para generar sensibilidad en las niñas y los niños, y sentar bases sólidas para establecer relaciones desde la interculturalidad y el respeto por la diferencia. La audioteca contribuye a cimentar el reconocimiento, desde las múltiples infancias en nuestro país, de lo que somos y de quienes compartimos el territorio colombiano.


Este material, sonoro y escrito, pretende llevar por Colombia y el mundo un compendio de sonidos e imágenes que muestran cómo viven otros, distintos en contexto pero iguales en derechos y humanidad. Conocer, comprender y difundir el patrimonio inmaterial contenido en De agua viento y verdor es una invitación a celebrar y proteger nuestra diversidad y multiculturalidad como uno de nuestros activos sociales más preciados.


Agradecemos a quienes hicieron este trabajo posible y esperamos que contribuya a una apuesta por el reconocimiento de la diversidad cultural desde la primera infancia.