De agua, viento y verdor es una invitación a caminar en esa diversidad contenida en trece lenguas indígenas colombianas en vía de extinción, para entender con ellas, con sus cantos, sus relatos y sus consejos, la importancia de vivirlas como posibilidad de enriquecimiento de la propia experiencia. 


Este material es una aproximación a la manera como los pueblos armonizan con la vida su pensamiento, materializado en la lengua materna, que constituye una de las principales vías en que los niños aprenden las formas de comportamiento y de pensar propias de una comunidad, durante su crianza. Las formas de ser y pensar se construyen a través de relaciones que están atravesadas por la cultura. En la lengua, en las prácticas cotidianas, en los ritos, en las canciones, se transmiten esas formas de ser, pensar, sentir, de las familias a los niños (a través de la crianza), pero también, de niño a niño.


Las lenguas presentes en De agua, viento y verdor nos invitan a reflexionar sobre la importancia de reconocernos y de dialogarnos desde nuestras diferencias, esto en el marco de un país que busca fortalecer, desde la primera infancia, el reconocimiento de la diversidad lingüística y cultural. Dicho fortalecimiento también permite ampliar los referentes del mundo como posibilidad de un mejor desarrollo emocional, psíquico, social y espiritual de nuestros niños, para propiciar una sociedad que elimine barreras culturales en perspectiva de diversidad.