En muchos pueblos, los niños son mecidos mientras la madre, el padre o los abuelos cantan para que se sientan mimados. Esto ocurre mientras el niño está en el chinchorro, en la hamaca o en la cuna… y el canto, además de consentir, permite que crezcan en el orgullo de ser indígenas.
De modo que esas primeras canciones y melodías entonadas a cappella, a las que se tiene acceso por medio de la familia, se van convirtiendo en un legado cultural importante que ayuda a reconocerse como parte de una comunidad con unas características particulares. En los pueblos indígenas, el canto y la música constituyen una manera de afianzar la riqueza cultural y los saberes propios.
De esta manera, el uso de arrullos en la crianza puede contribuir a la recuperación y preservación de las lenguas y saberes de los pueblos.
Invitación
Las madres y los niños son acompañados y cuidados por la comunidad y algunas personas y seres de gran importancia para los pueblos indígenas, como los médicos tradicionales, las parteras, los espíritus. A partir de estas premisas, te proponemos algunas actividades que puedes realizar con los niños.
• Explora De agua, viento y verdor en busca de ilustraciones, cantos, narraciones en las que se haga referencia a estas personas y seres, y a la importancia que tienen en la vida de los niños.
• Invita a los niños a preguntar a sus madres o cuidadores, qué personas y seres fueron importantes durante el embarazo en el que sus familias los esperaban, o durante su primera infancia y por qué razones. • Mira con los niños las ilustraciones de
De agua, viento y verdor, invita a los niños a explorarlas y a conversar sobre lo que les llama a atención. Por ejemplo, la del libro, p. 132 (que acompaña los textos “
En el lugar sagrado” y “
Waansa, mariposa”) nos invita a conocer las representaciones de los territorios y de quienes los habitan.
• Propicia un espacio en el que los niños (y quizás adultos) puedan crear un mapa de su casa o su territorio en el que representen a esas personas que han sido de importancia en su primera infancia. Pueden incluir los nombres o apodos de quienes hacen parte de su contexto más cercano.
• Circula los mapas entre todos y propicia que los niños compartan lo que expresaron en cada uno, invitando a un diálogo donde identifiquen semejanzas y diferencias entre sus historias.