Muchas de las lenguas y del ambiente sonoro son fruto del contacto y del aprendizaje. 


Nos transformamos con los otros, aprendemos de otros pueblos y comunidades, comprendemos la naturaleza, las piedras, los árboles, y aprendemos de ellos escuchándolos. 

Y esa manera de comprender es la que configura nuestra forma de expresarnos, comunicarnos y relacionarnos con lo que conocemos. Por ejemplo, en los Korebajlos nombres de los linajes se componen de dos palabras: el nombre de un animal o una planta está pegado a la palabra -guaje, que significa gente; por ejemplo, yaiguaje es gente de tigre, piaguaje es gente de ají

La lengua es parte esencial de nuestra identidad, a través de ella hemos aprendido gran parte de nuestras costumbres y saberes. Por eso, cada lengua debería ser protegida y preservada. Con la desaparición de una lengua desaparecen innumerables conexiones con el mundo. 

Esta es una invitación a que escuches estas voces, las voces de los pueblos, y dejes que resuenen como experiencia vital en el cuerpo. Siempre nuestro cuerpo es el primer instrumento.