¿Cuántas veces ha escuchado a alguien decir “este viaje fue toda una experiencia”? ¿Se ha preguntado por qué esa persona dice “experiencia” y no “actividad” o “plan”? 
Partamos de la experiencia como un “acontecimiento”, (Larrosa, 2005) en el que ponemos los sentidos en juego. Los sentidos y el medio generan pensamientos, emociones, expresiones y nuevos saberes. Allí, cuando el contacto con el exterior nos deja una huella o reacción, estamos pasando por una experiencia (Larrosa, 1996). 

Diseñar experiencias para la primera infancia implica prestar especial atención a la acción pues, solo cuando nos permitimos hacer con los niños y niñas, desde lo que dicen, sienten y expresan desde los diferentes lenguajes, damos un lugar importante a sus decisiones en un espacio específico. En dicha relación entre la acción, la emoción y la expresión los agentes educativos y cuidadores estamos invitados a vivir la experiencia escuchando a los niños y niñas desde sus intenciones y su ser, para la búsqueda de su bienestar, construcción de vínculos afectivos y disposición de ambientes. Estas formas de relacionarse se dan en la cotidianidad a partir del cuidar, acompañar y provocar pues, en el ser y el hacer 
… todos se conectan desde su ser individual, particular, y desde sus propias emociones, aquí todos son participantes activos, no se trata entonces de que el adulto sea (…) el “que dirige la orquesta”, es también un músico que se integra para enriquecer la sinfonía… (MEN, 2017, pág. 133). 

Esto significa también que como agentes educativos es importante darnos la oportunidad de explorar, de interactuar con las niñas y niños, y de poner en diálogo las comprensiones sobre las diferentes formas de descubrir el mundo. En este proceso, todos somos capaces de disfrutar con mirada renovada, no solo los cantos, arrullos y relatos presentes en De agua, viento y verdor, sino también las realidades; porque el intercambio constante entre niñas, niños, familias, comunidades y agentes educativos potencia la construcción colectiva de nuevos universos que amplían nuestra cotidianidad y fortalecen los ambientes de desarrollo que estamos proponiendo y en los cuales se dan nuevas interacciones.