La música, según la definición tradicional, es el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios, utilizando los principios básicos de melodía, armonía y ritmo. (Cobo Estrada, 2011)
En De agua,
viento y verdor, además de contar con muchas piezas exclusivamente sonoras,
como los ambientes de los paisajes, también hay una gran cantidad de canciones,
arrullos y obras musicales. Al igual que el sonido, la música también cuenta
con sus propios elementos: melodía, armonía y ritmo.
La melodía es uno de los componentes constitutivos de la música, es
el elemento lineal, una sucesión lógica de sonidos dotados de sentido musical.
En una canción la melodía es la que se canta sincrónicamente con la letra. (Cobo,
2011)
En esta publicación hay muchas melodías y de distinto tipo: aquellas
creadas solo por la voz de las personas, a capella, en los arrullos o en las
canciones que interpretan las comunidades cuando cantan en coro; las
instrumentales, o producidas solo con un instrumento, como la que interpretan
las gaitas de la comunidad wiwa o la de la flauta en la chirimía de la
comunidad embera chamí, e incluso las que producen los pájaros al cantar.
La armonía se entiende como el sistema musical que estudia la relación entre las notas cuando se tocan simultáneamente. En una canción, la armonía representa el acompañamiento. (Cobo, 2011)
Un claro ejemplo de armonía se encuentra en las
canciones kamëntšá que interpretan los niños; en este caso, la guitarra que
toca el profesor representa el acompañamiento que va haciendo la armonía de la
canción.
El ritmo consiste en la ordenación de los sonidos en el tiempo, basada en la sucesión de sus duraciones; por ejemplo, el ritmo de los latidos del corazón. De esta forma, un ritmo puede ser rápido, lento o intermedio. (Cobo, 2011)
La vida está llena de ritmos: una persona camina a un
ritmo rápido o lento, hay personas que hablan muy rápido y otras que, por el contrario,
lo hacen de manera más pausada. En las grabaciones de estos materiales también
hay gran diversidad de ritmos, por ejemplo, el de la abuela wiwa que les canta
a los niños en el vientre es más lento que el del canto de las mayores de la
comunidad ette ennaka cuando cantan Waansa
(mariposa).
En los ejercicios de escucha del material es muy valioso reconocer estos
elementos. Compartir y trabajar los niños las características particulares que tienen
el sonido y la música en cada una de las piezas, reflexionar sobre estas
herramientas, amplía su capacidad de escucha y su conciencia de lo que están
percibiendo. Desde estos elementos, este ejercicio de apreciación acerca a los
niños de forma mas profunda a los materiales sonoros de esta producción.