Voy a contar sobre el nacimiento de los niños yukuna. Cuando nace un niño, el tradicional cura para él agua, después que cura el agua, le hace al bebé un ranchito afuera de la maloca y, en los cuatro días siguientes el tradicional le hace curación de kerá. Luego el 
tradicional se pone a pensar, en medio de su curación, para saber cuándo curarle sal de 
monte. Solo entonces recibe el nombre tradicional, y el tradicional va pensando cómo le 
va a ir al bebé, si va a estar bien, qué peligros va a afrontar en la vida. 

Después que le cura sal de monte, el tradicional comienza a curarle alimentos para que 
vaya comiendo. Cuando ya está grande, el tradicional le cura pintura, también le hace 
naojike, una defensa personal para que crezca sano, con buena salud; para que no lo coja 
enfermedad. 

Ya cuando está como de diez u once años, el tradicional le cura para mirar yuruparí. Ahí ya 
tiene, entonces le autorizan para que mire yuruparí. Después de que mira yuruparí, encierran al niño en un rancho especial dentro de la maloca. Durante ese encierro no puede hablar con las muchachas por ahí; está ahí escondidito, porque no puede hablar con las mujeres mientras que está dentro del rancho, hasta que el tradicional le vuelva a curar sal de monte, hasta que el tradicional le cure todo nuevamente. 

El recién nacido no puede entrar a la maloca sino unos ocho días después de haber nacido. 

La curación de kerá consiste en limpiar la baba del recién nacido con un caldo de yuca brava con ají y camarón de quebrada.