Para los Sáliba tener salud significa estar bien, alegre, tener un territorio y vivir bien, en paz y en armonía con la naturaleza que los rodea, ser libres para trabajar y vivir en una comunidad. El médico tradicional, o saikúa, busca activamente el bienestar de la comunidad; por ello debe dominar la lengua Sáliba, conocer las oraciones y rezos, ser aprendiz de un saikúa respetado, cumplir las dietas y acompañar los rituales que marcan la vida de un Sáliba: el nacimiento, el paso de niña a mujer, el matrimonio, la muerte y el rezo, en el cual el saikúa conversa con los espíritus de los seres de la naturaleza para sanar a las personas. Uno de los saikúas cuenta que “…muchos critican y dicen que somos egoístas porque no contamos a todos los que sabemos; tienen que tener en cuenta que para poder entregar a una persona nuestra sabiduría, es necesario que exista ese compromiso que tenemos nosotros con toda la comunidad”.2 

Los yerberos, como su nombre lo indica, son expertos en las hierbas de su medio; las usan para calmar el dolor y enfermedades comunes, pero también las que se atribuyen a maleficios hechos por personas o por espíritus. Las parteras también conocen muchas propiedades de las plantas y las usan para apoyar a la madre durante la gestación del bebé y en su nacimiento. 

2 Sueños de pervivencia del pueblo Sáliba. Plan de vida del pueblo Sáliba. Casanare, 1995.