Intérpretes

Traducción: (Kauguian) Judith Nuebita Coronado

Lugar

Comunidad Kogui, San José de Maruamake, Cesar Colombia

Escucha a Makú relatando esta historia de consejo que los Kogui cuentan a las niñas para enseñarles a protegerse de los engaños

Tío Conejo y la doncella rana

                        Imagínate que una vez la rana era una nakubi, no sabía mucho del mundo, debía tener la edad para kuibi. Pero apareció el Conejo, cogió con su vara y le dijo: «Esta vara hace que haya comida, si miraras la vara te llegaría toda la sabiduría del mundo». Y como la doncella no sabía, pensó que debía ser así. Los padres ancestrales, como Aluawiku, le dijeron: «¡Cuidado! Cualquier cosa que te diga el Conejo no lo vayas a escuchar», pero ella no pensó que a esto se referían. ¡Lo que le vendría!

Recordemos lo que había pasado entre Tío Conejo y el morrocoyo. El Conejo no le pudo ganar al morrocoyo, por eso quería a la rana de amante, pensó en tener amoríos con ella. Quería hacerlo a escondidas, sin que nadie se enterara, trayéndole dizque comida, huevos; le traería dulces, gaseosas, bollo de yuca, de todo; papa, plátano maduro le traía. Pero «¿De qué manera le puedo decir?», pensaba. Él no sabía cómo convencer a la doncella porque ella no entendía sus intenciones.

Entonces la rana preguntaba: «¿Qué intentas decirme?» y el Conejo le respondía: «Pues lo que trae la comida lo tengo aquí bien asegurado, bien guardado, es un tesoro, es así». Y se lo mostró; lo movió, pero ella no lo reconocía. «Si tú probaras lo que ves y yo te lo diera, no te haría falta nada, todo te sería fácil», dijo el Conejo, y después preguntó: «¿Entiendes esto que te digo? ¿lo has pensado?». La rana le contestó: «Nada, no sé, no lo entiendo».

El conejo insistió: «Mira, si crees que es mentira, con este movimiento la vara está indicando que tiene bastante dulce. De aquí hasta abajo se encuentra aceite, carne molida. De aquí, más allá, aguardiente y dulces. Más arriba, en la punta, puedes encontrar todo lo que te gusta comer, papa, lo que sea, lo que es más rico, si quieres intenta a ver». El conejo movió la vara varias veces e indicó: «Allá está, de allá traeré varías cosas». Al regreso, traía la mochila llena de cosas, le dijo a la doncella: «Viste que no es mentira». 

Entonces la mujer le creyó y el Conejo le mostró: «De aquí abajo puedo encontrar gaseosa, dulces y más». Lo que diríamos hoy en día parecido a los frutiños (gelatina). Le decía: «Allá es donde están», y se lo traía desde allá. Le trajo de los cuatro puntos, le dio de comer y le trajo también queso.

Después de que le dio de comer, le dijo: «Pero ahora la vara mágica tiene hambre». Entonces la rana preguntó: «¿Y éste qué come?». A lo que el Conejo respondió: «Él come queso, solo come queso y solo come en la mesa». «¿Y dónde podemos conseguir esta mesa?», replicó la rana. El Conejo le contestó: «Si observas bien, tú tienes mesa», pero la rana no se imaginaba que se refería a ella. El Conejo insistía: «Si te dejas ver, aprenderás rápido el conocimiento del mundo. Si aprendieras esto, sí te diera la vara mágica, no te haría falta nada; lo que tu desearas comer, si se lo pides, te dijera que está allá y tu irías directo. Con esta vara mágica yo puedo traer de cualquier parte del mundo, no aguanto hambre porque la tengo; nadie me da, pero tengo».

Después de decirle esto, le dijo a la doncella: «Quédate aquí», y ella lo hizo. Como le había dicho que la vara mágica comía queso, la rana se preguntaba: «De qué manera le doy el queso». El Conejo le respondió: «Pues cuando te acuestes recta». El Conejo se le puso encima y le dijo: «Tú eres la mesa», y la doncella le creyó y así lo hizo. El Conejo puso encima la vara varías veces y le dijo: «Ya comió». Pero también le dijo que la vara mágica tenía sed y la convenció de que el agua la tenía ella misma: «Si tú le das esta agua, te desmayarías. Si tú le dieras de beber, uf, lo necesitarías más».

Como la doncella rana no pensaba nada malo, le dijo: «Bueno, está bien», y luego preguntó: «¿Está tomando agua?». El Conejo respondía, ya va a tomar agua, ya va a tomar agua… entonces le quitó la virginidad y ella se desmayó.

Después de eso el Conejo dijo: «La vara mágica está contenta porque ya tomó agua. Para poder dejarte la vara mágica, no le podrás decir a nadie esto que pasó. Esta es la vara mágica que trae todo, con esta es que no importa adónde vayas; y te la dejaré, pero recuerda no decirle a nadie. No le dirás a tu padre lo que te he enseñado». Pero la rana se enfermó y estaba pálida, sin fuerzas, muy débil. 

Esta es la razón por la que uno no debe disfrazarse de alguien que no es, o ponerse ropa diferente para engañar. Conejo se vestía de todo, de arhuaco, de kogui, de los no indígenas, de todo; del linaje de los armadillos, robó ropa de todos. Él pensó que aunque la doncella hablara, él diría que había sido otro y ganaría, pero como la rana se enfermó, los padres empezaron a investigar y le preguntaron: «¿Nadie te ha dicho nada?». Y ella respondía: «Nada, nadie me ha dicho nada».

Aunque no quería decir, los papas insistieron: «¿Qué es lo que te está haciendo enfermar? Confiesa». Hasta que ella confesó: «El único que ha venido a visitarme y a decirme cosas es Pedro, dijo que me entregaría la vara mágica, pero aún la tiene él». Entonces los padres comprendieron lo que pasó y le reclamaron: «¡Incumpliste el trabajo tradicional de señorita!». La rana respondió: «¿Será que fue así?». Los papás preguntaron: «¿Cuál es esa vara mágica?», y ella les explicó.

El papá le pidió que se tranquilizara y mandó al cabo a buscar al Conejo. Cuando llegó, el Conejo dijo: «¡Yo no soy a quien buscan!». Pero la doncella respondió: «¡Así me dijiste tú!». El Conejo alegó: «¿Por qué mientes, por qué hablas mal de mí? ¿Cuándo te dije eso? Si seguro hay muchos parecidos a mí, seguro fueron ellos». La rana preguntó: «¿Y entonces quién fue, tráeme a ese? Sé que eres tú, ¿por qué no lo aceptas?».

Y como en el mundo hay muchas ranas, ellas se le aparecían al Conejo por todos lados, lo perseguían, lo perseguían; de la misma forma que morrocoyo jugó con él. «Yo no sé», ella le dijo. «Como tú fuiste el que me dañó, tú mismo cúrame», así le dijo. Pero el Conejo insistía en que él era inocente. Lo cogieron y le dieron buenos golpes con un «juete» y le preguntaban quién había sido, y él decía: «¡Yo no fui! ¡yo no fui!». Y la rana volvía a repetirle: «Entonces si tú no fuiste, tráeme a quien fue».

Cuando el Conejo se escapaba a cualquier pueblo que iba, aparecía la rana detrás de él; adonde quiera que fuera ella lo perseguía diciendo y señalando a todo el pueblo que él era el culpable y allá lo encerraban otra vez. Hasta que ya desesperado el Conejo confesó: «Lo acepto, soy yo». 

Las autoridades le preguntaron: «Entonces, ¿qué vas a hacer? ¡Cúrala! Eso que prometiste que le ibas a dar, ¿se lo vas a dar?». A lo que el Conejo respondió: «¡Nada! le dije eso fue para engañarla y que me dijera que sí». Hoy en día, por esta razón, inicias mintiendo, dices que no eres culpable, pero finalmente terminas diciendo la verdad.

Como el Conejo confesó, le dijeron a la rana: «Como él te hizo daño, ¿qué piensas tú?, ¿qué castigo le darías?». La doncella respondió: «Como es mío, digo, no saldrá, quedará en un solo lugar». Entonces le pusieron clavos de un lugar a otro y una bola de hierro, lo encarcelaron, lo sentenciaron de por vida.

Nuakubi es una mujer pura, una doncella inocente.

Kuibi es un retiro espiritual que forma parte de la educación especial tradicional para ser sabia, saxa o esposa de mama.

Sewá es el tesoro, lo mágico, la aseguranza, la vara.

                    

Tío Conejo y la doncella rana

                        Tuán guanene ai moukuiki ai noakubi shibulamak aksinze kaggi etagua kuibi, nalaldixa nale. Ai, akizhanka gunguenike, aji kalbalak, jennak jií ulaka na, gakue ulaka zha. Jenie tu makuashak zinake shitsia guamilaka zha shibulama naklá. Ta guashak akzinze naleki, guake ai ne. Guashigak jate kueja neizhi aluawikukuejanki ¡A nalagale! Miele mixalegashak, nukabaladi, axaleile nale, ni aiga zha janguazha. Ama tuki, eiguizanga zalake.

Guan guane nale, guashak tuexa kunejuna kukuijubana tuki atshiji, ai kukuijuba agubiazha, guan guane nalake, tualeki, ai munzhi gaia alen, alen jangueki ai gaia zhiguite. Gualdiniki ai zin zha noushi ai tuki gakue akulaka zá axalé, guibu akulak. Mawakzé akulak, gaseosa akulak, papa akulak, nuk nuk tuloma ji, mantabalo ji akulak gui naldiki, sakishi akbiakue na, ta guashak munzhija ejie jungule akbiashakta agasienaki.

Guake ji shi eki malakben guakejen gakue olakaki jeni zin eni na natalia, sewa, sewanakla jekigatze zha tunsha ¡Ai juan juan! Axashisha, tuagale nale. Jeinie tun guamalemikkau gugak guashinki, enjieja guashinki ji jie mikzukuaka. Jekizha jeki ne janguamaku guake janguaki zhako! Akbeia guakke, munzhija guakke. 

Ai nalagale nakke, jenieja tuki guagashakke jai jien jeka, maluakzégaba kue na guak, jai zabi jexa mitabaxa ekaki mantixa uwa muldinegaba, nak kua, jale jekaki awaldinti ji eki nak kua, maluakzégaba, jexa té zígaxa zinake ji makaxa naldiake ná nauxa, tuluma jí. Uen aksegaba kuenzha abe ulagazha gualdi, je ja eki nak guak. Ai juan juan axashisha exa nuka naguak pabe izhi ji agasha nialdikue akulak, tua nalagale mibenkugakke.

Guake munzhija jien ai akaun, palbe jexa mitabaxaki, gaseosa, maluakse jí. Keigaguashinki jikka krutinukue, jikue nalashi, exa nakkua, guaklale amak akulak. Exa jekishinik akulak maxeitabak akulak, gasha, queso juizhi akulak.

Gueniki akbeia, ain saldi gasha, gueini zínake, akbeia ai guanene jen sewa maldija guapana nak gu guakke jí gaxa ne? Guakke queso gaxa zha, queso zá, zaxa zha misak zá zaza zha, guakke aiki mani misaki kue ne tun makuashake misa mixalanga nakla, guakke ai nas ni eki nakbiatauk aklegagaba guake, ai natunsha makkuake eki shibulama malengaba shitsia guamilaka zha shibulama shitsia makuashakzinake, jene sewa migge. Ji milunaldi ejiega, shisha guashak, exa nak kua, jiei exa, enka nas guashinki jai kaggi axalabi ekina sewa ekine nagatshazhini meja nakauwakijiaga auxanga gakue naxalen zha.

Jai axale guake, ekimak jai ite naugua, akbenale amak, ¿guakke ai quiso zaxa akbia guakke ai quiso guakke saki amak gakue ne? Guakke ma iu asha makuashak, Ai ajuaban itte, quiso ai gaxan zha, ai na misa axale zha, akbeiake guakke, namak nakbenka aklexake, amak, ai isha, isha, isha, ha nakgu, ai guashakke, ni na eki aklun guakke ni ki mangana migakua. Ni ejie akkau makuashakguashi, aigaba tuan mikzukuaka nakla. Akaun makueni guashinekigaba, akbia akkala migajuezhaka zha.

Guakke ai tuai eki nakuexan zhaxale aklegabaki, ua! Amak, nale ai, ni shi tugatauki, ni na tugapan, ipa sua, ubanga eitua zhiguaxa.

Moukue ia, ni tuxa ni gun,ia sewa zen ni aklek, jeniega nuxa, eki nak beine zha nexabaladi, sewa jen mijabasha gualdikue nak, jen na sewa eki eigatse ulaka na, jen nagatsha zhinik mashi neialdiku nakleka zha, eki nakna nakuagaki malaldiak shikaguxa mixabasha gualdikue sha. Guakke jien naje, jate eki nakbeine zha nexabalaldi. Guanale munzhi mulbataja guxa, ni mushizhaxaja guxa.

Guan guataugashakke, jia alenki ai agatsena zhakkua nui zhinki axaushi itshualidi atshazinze, zhakua, zhangatse itshualdhi, ¡tua! Jeiki atshiji jeiki jokleka. Agasanga nalakuoxa peibu neile ité, kaggaba neile ite, palanse neile ité, zhaid, neile ité. Jai jekka, jikue neile, nugikue neile ité. Nuk zhakua eiki tusheile axale, eki jokleka nalé. 

Alen jangueki tua ai doncellaja gugazhaldixa itshani amak nakuaxalda gualdiakjiaga nas nalazhanugue zha nexaldikue, agubia, gualdikue shakla. Aklelale, ai munzhi mulbata guxa, guakke jatekue, jinak shi eki mikzek, nakzeishinga na eki nak zek. Sai mixalegazhe sha, guakke, A-A! Naxalegazhe zhá. Neishi paneinijiaga, ajatekueja ¿Ji shi mulbata makukshin? Nek gua! Pananaleki, guake ai neizhi zana, «Pedro» zana guakke jai nagueniki eki naxale, guane zha. Sewa ai naguexaldixa nakbeine enki, eininga agakueniou guashakke ajatekueja nukka.

Guakzinake nuizhi shan gua guamale nukshinakse amaksika guane na! ¿Guane aiki sewa segatsé shi matunshi? ¡Gegatse zhalgu!

¡Um… eso! Uban «kuneju» laboral iate guanale nak gueni, naski zha naxazhuka jeiki nalasha, negashak ma na malgu, ¡jeiki nakbeiashibalgo umbe! ¿Nalagale jinak shi eiki ima la kuak? Misak shi amak mixaleguku, naxanagatse matchui zhekue neki ai nane zha. Guakke me nane nakke nakulak gua. Ma ai male né ¿Jinak shi eki malek?

Ia aigaba tua, moukuixa agapana, jia guak moukue, moukui,ai jenkaggi axalabi tua, zhuajana gatségaba ne, mashi neiatshak, enka jiaga agapanga, ai moukue kukuijubaja joklekshaguanamaga. Agapaneini eki nakuamale nalak, ma sai malakoaldixa eki nakuamale nakke man ga na malakualdixa na. Izhi eiki agatsaldi akbiapana, eki guataugashak ashazhane askuimi, neishi naldi jiaga shagate akueni, «buenamente» aklabi. Me nane shi makuak, moukuishi naldi, guashakjiaga atzhashane askuime nexeshalaki, bueno atshazha guamale nakke, meile atshaldi, meileja eki nakbeine nakke ai nagakuxaun.

Guane ai mashi san fuibulduxa nakuishi, izhan kushakjiaga, enka jiaga agapanga, mashi neiashak, ella jiaga agapanga, tu mashi niexan, ekinakuane nak Aiki shanga akzeishingaba guenkaki atshanugama zha neksha, guan guamalenakke saki makualdixa kuan gua.

Ai ji maguexaldixa akbemale nakke ai maguexaldixa shina? Aaa! Guakke enki wa naxaleguexan nuxa eiki axaleilugue zha- Tua keiga nalagale zha neizhi panamalegá atshamalama neiki namak zha nexa naxaldixa.

Guakke tua eiki pananalena, eiki negueishala, tuai moukuikagashisha, guakke tuki makkua guanenki ¿Saki na lákka majangú? Naji naldi, askeita guazhaldixa, sha nauxaldixa zha, agatseilde guan na ai kalabu jai ka aldia ataba agazaxeisha, ai sheizhaxalda guein jenkiagatse agaldía. Abexane guashi.