Como hijos de la tierra, y según la Ley de origen, los Kogui son protectores del equilibrio entre todos los seres que habitan la Sierra Nevada de Santa Marta. Ellos aprovechan los pisos térmicos de la Sierra y cultivan en las partes bajas y altas, lo que les permite contar con una gran diversidad de alimentos. En Tezhumake existe un centro poblado con varias edificaciones redondas de bahareque, allí la comunidad tiene sus hogares y acude para compartir en las casas tradicionales o visitar el centro de salud y la escuela. También tienen allí sus cultivos de plátano, caña, yuca y café.

En este poblado hay dos casas tradicionales: el nujue, exclusiva para los hombres, y el nujue sewa, exclusiva para las mujeres. Allí, según el tipo de casa tradicional, los Kogui comparten ceremonias, historias, música y palabra de consejo. Al nujue sewa pueden entrar los niños y las niñas hasta que cumplen los ocho años, a partir de esa edad a los niños les corresponden solo el nujue y a las niñas el nujue sewa.