Después de llegar a Pueblo Bello, a 90 minutos desde Valledupar, se recorren 25 kilómetros de carretera abierta y rocosa. Este trayecto toma unas cuatro horas en carro a través de las montañas, hasta que, en medio de picos y cimas, se abre el valle de Nabusímake o el «lugar donde amaneció; tierra donde nace el sol, o primera luz». 

Cuando nadie vivía en la sabana, los mamʉ consultaron al mundo espiritual dónde construir sus viviendas; ahí, en el valle de Nabusímake, se construyó El Pueblito, un conjunto de casas de bahareque con techos de paja rodeadas por una muralla de piedra. Este se considera el centro cultural arhuaco y allí están la kankurwa, o casa ceremonial de los mamʉ, donde se práctica la justicia indígena; y La Oficina, un lugar en el que se reúnen todos los miembros de la comunidad.