En el principio todo estaba oscuro, y fue la oropéndola o ɟuru la que hizo amanecer cuando logró, con su canto, hacer reír a la iguana. Por
eso esta ave tiene el color amarillo en su plumaje, es la marca del primer resplandor del primer sol. Escucha a la familia Torres tocando el canto al ɟuru al interior de una kankurwa masculina.