Desde que los niños empiezan a caminar, escuchan consejo de sus padres, de sus abuelos y de los mamʉ; aprenden a tener equilibrio con los seres de la naturaleza. Desde Kurakutu, un cerro sagrado de Nabusímake, el mamʉ Pedro Niño nos dice qué deben hacer los niños y sus padres en los primeros años de vida.