Wacará está situada sobre un riachuelo que lleva su mismo nombre, entre los ríos Vaupés y Querarí. Para llegar desde Mitú, la ciudad más cercana, se debe tomar una lancha por el río Vaupés durante media hora hasta llegar a un puerto donde atracan las canoas. Luego se atraviesa un camino que en época de lluvia se empantana y puede inundarse, de manera que en ciertos trechos el agua le llega a uno hasta la cintura. Aunque a veces aparezcan tigres o jaguares, el mayor peligro son las serpientes; si uno no está atento, puede pisarlas por accidente. 
Como el trayecto es largo y difícil, en su travesía los Kakua se encuentran con algunos familiares que viven a lo largo del camino. Estos les ofrecen comida, bebida o resguardo. Con la madera de ciertos árboles, los Kakua construyen una especie de maleta llamada catumare, en la que pueden llevar productos a la comunidad, como madera, cemento, comida y otros elementos. 
Los Kakua también cobran a las personas interesadas en llegar a Wacará por cargar sus pertenencias y guiarlos en el camino. Este trayecto lo recorren en la mitad del tiempo en que lo haría la mayoría de la gente, y a veces lo hacen hasta cuatro veces en un día. ¡Ciertamente son buenos caminantes!