Para que los niños y niñas kawiyarí puedan vivir autónomamente en su territorio, deben aprender a cultivar, pescar y cazar. Pero, además, deben aprender cuáles alimentos son comestibles y cuáles no. Si no supieran esto, los niños o la comunidad podrían enfermar. 

Dentro del territorio existen animales, frutas y alimentos venenosos y sagrados, ¡y ninguno de estos puede comerse! Por ejemplo, la yuca brava, fundamental en la dieta de los Kawiyarí, es un alimento a la vez comestible y no comestible. Con ella hacen chicha; casabe, que es una torta de yuca; fariña, que es una harina granulada de yuca con la que acompañan casi que todas las comidas; y chivé, una bebida muy refrescante.

Los niños, por su parte, deben saber qué peces y animales son comestibles. La anaconda, el tigre y la nutria, por ejemplo, son sagrados y no pueden comerse. Si lo hicieran, podrían venir enfermedades.