Los españoles llegaron a estas tierras trayendo la guitarra, que al cabo del tiempo se fundió con el sonido de las flautas, quenas y tambores, como escucharás en las canciones que los kamëntšá hacen para que los niños crezcan amando su lengua. El taita Miguel Muchavisoy Chindoy cuenta que a los ocho años ya era flautista y que además hacía flautas, quenas y tambores como le enseñó su abuelo, como era tradicional, y que hoy él le enseña lo mismo a su nieto, con mucho gusto, cuando él quiere, y también le enseña la música antigua.