Para los Nʉkak ser fuertes y ágiles es muy importante, pues esto garantiza que puedan valerse por sí mismos. Díbira cuenta que ella aprendió a tejer manillas y chinchorros con su mamá y que su papá también le enseñó, que ya tiene experiencia en sus quehaceres y que ha conseguido tener un cuerpo fuerte, por ello sus padres se sentían muy orgullosos; como además es buena trabajadora, su esposo la eligió para estar con ella.