Hoy uno de los proyectos más importantes de los Jiws de Barrancón es trabajar para producir su propia comida, prepararla y conservarla según sus tradiciones. Por ejemplo, tumbar el monte, hacerlas chagras y dejarlas reposar de 4 a 5 años, para que sean más fértiles. Así lo expresan ellos:
“La autonomía alimentaria se aleja de la seguridad alimentaria que manejan las instituciones, que consiste en llevar productos del pueblo a la comunidad, por esa razón aprendimos a comer arroz, fideos, frijoles, harinas y una cantidad de productos ajenos a nuestra cultura, pero esta situación se agrava cuando muchos de nuestros paisanos se acostumbran a recibir el mercado y ya no trabajan. En cambio, la autonomía alimentaria es un ejercicio nuestro de producción bajo nuestros modelos de siembra y cosecha, con nuestras manos y la ayuda de toda la familia.” (Resguardo, 2005)