Un niño encontró a Tsawaliwali, el güio, recién nacido. Lo crió como a un hijo, pero cuando el niño se volvió viejo, el güio se lo comió. Desde el estómago del güio, el viejo pensaba y le ordenaba a dónde ir. A medida que se desplazaba, Tsawaliwali formaba lagunas y también los ríos Vichada, Meta, Guaviare y Orinoco. Cuando volvió al sitio del que había partido, el viejo le rajó el estómago y se salió. Desde entonces el güio vive en lo profundo de los ríos y lagunas. 
Como Tsawaliwali, los Sikuani recorrían la llanura cálida y los bosques que corren parejos a los ríos hasta mediados del siglo XX, es decir que eran seminómadas. En la comunidad de Caño Negro algunas personas recuerdan que los antiguos Sikuani "recorrían el sector que abarca desde las inmediaciones del departamento del Guaviare e Inírida al sur, hasta el estado de Apure al norte en Venezuela, y desde la cercanía de la cordillera Oriental hasta el Orinoco"(Pueblo Sikuani, c2012, p. 47). Los ríos que formó Tsawaliwali, en medio de la llanura cruzan su territorio tradicional (Sikuaniguahibo, s.f.).