Escucha esta canción que los abuelos Totoroez han trasmitido a sus nietos. Quizá se inspiró en los sapos que ponen sus huevos en las lagunas cercanas a Totoró, en los renacuajos que surgen de ellos o en los sapos que cantan en las orillas y alegran la noche. Es una canción sin palabras, así que puedes imaginar la historia que cuenta.