Cuando una mujer espera un bebé realiza sus actividades normales hasta que entra en el séptimo mes; en ese momento suspende las labores más pesadas. Antes, la familia preparaba un refugio temporal para que ella diera a luz a su hijo y se aislara con él por un tiempo después de su nacimiento. Hoy el parto ocurre en casa y a la mujer la ayudan su madre o sus hermanas. Pero hay cosas que no cambian: los padres ayunan después del nacimiento de su hijo, siguen una dieta especial para beneficiarlo, dejan de hacer algunas labores y siguen ciertos rituales para recibirlo. 
Durante la niñez los padres enseñan a sus hijos a realizar sus labores tradicionales, de acuerdo con su género, pero no les dan la responsabilidad de realizarlas. Según el pensamiento nativo, el aprendizaje se hace primero escuchando la palabra de los mayores y participando en los bailes ceremoniales.