Durante un mes, la madre y el bebé permanecen juntos, en una habitación a la que no le entre el frío. Ella lleva un chumbe grueso, un tejido, apretado alrededor de su cadera, y se masajea el vientre con manteca de gallina, para que su cuerpo vuelva a ser como era antes de esperar a su bebé.
Además, bebe aguas calientes de cedrón (Aloysia citriodora) o de romero (Rosmarinus officinalis), pero no chocolate o café. Y come gallina y ovejo. Durante este mes, evita tocar el agua fría y no sale a jabonar ropa.