Cuando una mujer y un hombre Wiwa se enamoran, van donde el mamo y le consultan si pueden emparejarse. El consejo del mamo y su trabajo espiritual para favorecer la unión de la pareja son definitivos. Si deciden unirse, antes de casarse el hombre va a vivir a casa de la mujer y trabaja para su familia por lo menos durante cuatro meses. Esta es una oportunidad para conocerse y saber cómo se comporta cada uno en la vida diaria. Si al cabo del tiempo es evidente que su relación no funciona, la unión no se concreta y entonces la familia de la mujer le paga al novio por su trabajo, pero no le permite llevarse a la muchacha. En la comunidad Wiwa, por lo general las dueñas de la tierra y la casa son las mujeres, ya que ellas representan a la Madre Tierra.