Los Yagua eran cazadores y recolectores seminómadas en los ríos Amazonas y Yavarí que fueron volviéndose agricultores para el tiempo en el que hacían trueques con omaguas o Kokama. Luego fueron afectados por toda la historia de la región, desde que llegaron los primeros misioneros católicos y los bandeirantes, comerciantes brasileros que extraían productos naturales de la selva, pasando esclavitud, desplazamientos y pestes, incluso hasta comienzos del siglo pasado cuando muchos murieron en las plantaciones de caucho. Estas influencias hacen que haya algunas familias y comunidades alejadas que aún mantienen un estilo de vida como trabajadores para los comerciantes de madera, frutas silvestres, carne de monte y productos naturales para vender en el mercado regional, en Leticia y en las ciudades peruanas. Como buenos cazadores, los Yagua son expertos en el uso de la cerbatana, a la que llaman pucuna. También se dedican a actividades dirigidas al turismo, tanto en la producción de artesanías como en la demostración de danzas.