En Colombia solo un puñado de abuelos conoce bien la lengua y no más de veinte personas saben algunas palabras pero ya no las entienden. La lengua se ha dejado de transmitir en las dos últimas generaciones y lo mismo sucede en Perú, a pesar de los esfuerzos de muchos indígenas por mantener sus saberes tradicionales. Uno de esos indígenas es Marcial Huaniri Silva que recuerda cómo también en Colombia “Cuando quisimos salir adelante con nuestra lengua tradicional, vinieron unos docentes de Bogotá a enseñarnos. Nos pegaban cuando nos escuchaban hablar nuestra lengua. También pasó con los ticunas y los uitotos. Así fuimos perdiendo nuestra tradición, nuestra costumbre. Quizá teníamos historias, pero ¿el miedo qué?, ¿la vergüenza qué?… Cuando estábamos jugando se nos salían las palabras en kokama y detrás venía el rejo. Y ahora lo estamos buscando.  Estamos queriendo rescatarlo. Pero nuestros ancestros ya se fueron. Le pedimos a nuestros ancestros que nos ayuden a rescatar nuestra lengua. Nos entristece perder nuestra tradición, nuestras costumbres. ¿cómo eran nuestras historias? Yo hablo y escribo kokama. Soy profesor, aquí en Colombia y también en Tabatinga, de Kokama brasileros. Queremos que los niños aprendan. En Tabatinga ya lo estamos logrando. Soy Kokama, ¿qué tengo que me identifique? La lengua.”