En la comunidad Wiwa hay adultos a los que todos los demás escuchan con respeto por su sabiduría, se les llama mamos o mamas, si son hombres, y sagas (lunas) si son mujeres.
Cuando una mujer y un hombre Wiwa se enamoran, van donde el mamo y le consultan si pueden emparejarse. El consejo del mamo y su trabajo espiritual para favorecer la unión de la pareja son definitivos.
Antes de casarse, el hombre va a vivir a casa de la mujer y trabaja para su familia por lo menos durante cuatro meses. Así se conocen y saben cómo se comporta cada uno en la vida diaria. Si su relación no funciona, la unión no se concreta y entonces la familia de la mujer le paga al novio por su trabajo, pero no le permite llevarse a la muchacha.
En la comunidad Wiwa, por lo general las dueñas de la tierra y la casa son las mujeres, ya que ellas representan a la Madre Tierra.
Para los Wiwa la placenta es la primera casa del bebé, la madre-mochila que lo guardó y alimentó, aquella que contiene todo lo que necesitará a lo largo de su vida. Siempre que requiera algo, incluso cuando ya sea un adulto o un anciano, con el pensamiento se volverá a ella para sacarlo y dárselo.
Los hombres acostumbran mambear, es decir, mascar lentamente hojas de coca tostadas que mezclan con polvo de conchas de mar en sus poporos o calabacitos. Mientras lo hacen, se conectan con la divinidad con todo lo vivo y espiritual.
Si una mujer Wiwa no supiera tejer, no conseguiría marido fácilmente, pues su tejido muestra qué tan cuidadosa, delicada y dedicada es. Una buena tejedora, seguramente sabrá cuidar su casa, su compañero y sus hijos.
Al tejer las mochilas, las mujeres representan la creación del universo que es una espiral, y en cada puntada escriben su pensamiento, sus historias tradicionales.
Los Wiwa acostumbran tejer su propio vestido de algodón blanco y sus sombreros.
Los Wiwa para 2010 eran una población de 13.627 personas, de las cuales 7525 hablan la lengua damana (o dumuna), lo que corresponde al 60% de la población total (Girón, 2010).
Si quieres saber más sobre los wiwa, Pide a los mayores que lean contigo