Para los sáliba tener salud significa estar bien, alegre, tener un territorio y vivir bien, en paz y en armonía con la naturaleza que los rodea, ser libres para trabajar y vivir en una comunidad.
Para cuidar su salud, los sáliba cuentan con los saikúas o médicos tradicionales, con yerberos y con parteras. Los saikúas conversan con los espíritus de los seres de la naturaleza para sanar a las personas y las acompañan en los momentos importantes de la vida: al nacer, dejar de ser niño, casarse, rezar, morir. Los yerberos calman el dolor y sanan enfermedades con plantas. Las parteras apoyan a la madre durante la gestación del bebé y en su nacimiento.
Los sáliba se preparan para formar su familia desde la niñez. Los jovencitos están listos para ello cuando ya pueden hacer su casa y mantener su conuco; las muchachas cuando ya saben organizar su casa, participar en la vida de la comunidad y hablar su lengua.
Los Sáliba son aproximadamente 2231 personas, de las cuales solo un 8,9% (188) habla y entiende la lengua completamente, mientras que un 30% la entiende, pero no la habla (Girón, 2010).
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