Antes se distinguía el poder de un médico tradicional por el número de colmillos que llevara al cuello. El más poderoso tenía cinco, el que apenas empezaba a prepararse, uno.
La mayoría de las veces, los kokama atribuyen las enfermedades a un mal puesto por otros sobre una persona. El médico tradicional se sirve de la ayahuasca o yagé para curarlas y usa estas plantas en sus rituales.
Cuando la enseñanza del español se hizo obligatoria, algunos docentes maltrataban a los indígenas que hablaran en kokama. Por el miedo y la vergüenza, los indígenas dejaron de hablar su lengua y así perdieron sus tradiciones, porque es por medio de las palabras que los padres cuentan a sus hijos sus historias y costumbres.
En Colombia solo un puñado de abuelos conoce bien la lengua kokama y no más de veinte personas saben algunas palabras pero ya no las entienden. El profesor Marcial Huaniri Silva uno de los cuatro ancianos que escucharás hablar, enseña la lengua kokama a los niños que van a la escuela; él dice: “Soy kokama, ¿qué tengo que me identifique? La lengua.”
Los Kokama hablan una lengua que en el país puede considerarse moribunda, pues solo tiene unos pocos semihablantes entre los 1200 indígenas de este pueblo que viven en Colombia (Azcaita, 2007).
Si quieres saber más sobre los kokama, Pide a los mayores que lean contigo