Los Kawiyarí y otros grupos indígenas del Vaupés son descendientes de una misma anaconda ancestral. Esta emergió de un lago de leche y pasó por muchos sitios. Allí donde ella paraba distintos grupos indígenas se bajaban y a partir del orden y el lugar en el que se bajaron estos grupos adquirieron un territorio ancestral, y se diferenciaron y relacionaron entre ellos.
El yuruparí es muchas cosas a la vez: es la historia de origen, un rito y un instrumento sagrado. Los yuruparís se consideran instrumentos musicales sagrado y como seres ancestrales. Están envueltos en hojas de palma de patabá o milpesos y se encuentra sumergido cerca de la laguna Phiripetsu. A este lugar no puede ir nadie sin el permiso del payé.
Los yuruparís permanecen guardados y solo se sacan en la celebración del rito del yuruparí. En este ritual los instrumentos son extraídos del agua y llevados a la maloca, donde el yuruparí ancestro habla a través de ellos. Solo entonces se puede escuchar su sonido.
La lengua es muy importante para los Kawiyarí, es un rasgo que los diferencia de otros indígenas del Vaupés. A pesar de ello, la lengua está en alto riesgo de extinción.
Los indígenas del Vaupés son exógamos, es decir que no se casan con miembros de su propia comunidad, sino que buscan parejas que no hablen su misma lengua. Esto ha hecho que en muchas comunidades del Vaupés convivan personas de distintos grupos indígenas y es normal encontrar allí individuos que hablan más de cinco lenguas.
Los niños y las niñas aprenden mediante el ejemplo, acompañando a sus padres en los quehaceres cotidianos: pescar, buscar leña para el fogón, limpiar la maleza de la chagra, cocinar y cazar. Para los Kawiyarí esta es su forma de educar, pero al mismo tiempo es una manera de conocer el territorio, de transmitir los saberes ancestrales y de cuidar su medio ambiente.
Para los Kawiyarí es importante saber todo lo relacionado con la navegación: cómo hacer canoas y remos, remar, esquivar los raudales y aprender a usar los motores de las canoas.
Si quieres saber más sobre los kawiyari, Pide a los mayores que lean contigo